17 de mayo de 2007

SIN PERDIZ


El demonio taciturno
que rehabilita
mis disturbios
pereció en el vacío
“he matado
al horizonte
que eligieron para mí”
Un anillo,
el cerco blanco
y también a la perdiz;
me compré un nuevo cielo
una libertad correcta
para mi felicidad
y unas nuevas maneras
de dejarte de amar.

1 comentario:

Gustavo Duarte dijo...

Es increible algunas palabras como parecen estar escritas para un caso especifico.. fue lo que me paso con este poema.. tu trabajo es muy bueno.. espero que continues siempre escribiendo asi.. que seria el mundo sin los poetas..