7 de abril de 2011

OTRO BABEL URBANO




Luces de neón carcomen la madrugada
que rebana trozo a trozo mi insolencia
en medio del diluvio de destinos
tomo un poco de mi misma
y lo guardo en la cartera...
Voces, sueños, dioses
olfatean almas
compran decencia
y venden algo de inocencia.
La multitud llena de vacío
sigue gritando sin decir nada
el instintivo sudor de algún extraño
cae sobre mí
sin pedir nada,
yace la verdad en la otra vereda
y en medio del bullicio
quizás sobreviva algún alma.